El Ayuntamiento de Londres aprobó este viernes, 27 de septiembre, la expansión de Wimbledon, que pretende construir 39 pistas, incluida una con capacidad para 8.000 espectadores, en un parque cercano al torneo.
Esta iniciativa, que ha recibido diferentes opiniones por el impacto medioambiental que supondrá, propiciará que Wimbledon pueda albergar en sus instalaciones la fase previa del torneo, igual que el resto de Grand Slam, y no en Roehampton, a varios kilómetros del All England Club.
El vicealcalde de Londres, Jules Pipe, decidió este viernes que la expansión de Wimbledon aportará "importantes beneficios económicos a la comunidad", mientras que Deborah Jevans, presidenta del All England Club, aseguró que de este modo Wimbledon no se quedará por detrás del resto de Grand Slam.
Un grupo llamado Save Wimbledon Park ha luchado contra esta expansión por el impacto ecológico que tendrá en el parque, debido a las obras que se producirán y a las actividades que se producirán posteriormente en esos terrenos.
En diciembre de 2018, el All England Club pagó unos 65 millones de libras para hacerse con los terrenos de Wimbledon Park, que por entonces pertenecían a un club de golf.
La construcción de estas pistas, que estarían listas para finales de esta década como pronto, provocará que en cada día de torneo hasta 50.000 personas más puedan asistir a Wimbledon, además de añadir una tercera pista con techo -la tercera en importancia tras la central y la 1, lo que agilizaría el ritmo de juego en los días de lluvia.
Para contentar a los grupos ecológicos, el All England Club se comprometió a la creación de un parque de 93.000 metros cuadrados que será de uso público durante todo el año excepto en el torneo. Además, de las 39 pistas, siete podrán ser utilizadas también por el público en el resto del año.
En caso de así desearlo, los más críticos con esta iniciativa, que ya ha recibido luz verde de los barrios de Merton y Wandsworth y del Ayuntamiento de Londres, podrán rebatirla yendo a juicio.