El Real Valladolid cayó (1-2) ante el Mallorca en el José Zorrilla con sensaciones de otra categoría, que no es otra que la Segunda División. Los blanquivioletas volvieron a dejar muy malas sensaciones, pese a la leve mejoría del primer acto, en el que los locales gozaron de alguna ocasión para adelantarse, algo que podría haber cambiado el rumbo del encuentro. Como no se puso por delante porque tampoco hizo lo suficiente, los visitantes aprovecharon que el Pucela empezaba a entrar en decadencia para sumar una victoria que le coloca en puestos Champions.
INICIO ENGAÑOSO Y POCO PRODUCTIVO
El Pucela no entró bien al partido... como de costumbre. El Mallorca, sin apretar al máximo el acelerador, se adueñó del encuentro con el paso de los minutos. Sin embargo, bajó los brazos cuando lo tenía todo para batir a Karl Hein. El Pucela se lo empezó a creer. Un palo de Latasa en el minuto 18 era una prueba de ello. El ariete estuvo a punto de marcar el primer tanto del partido, pero el palo lo evitó y Machís, en segunda estancia, remató fuera porque se encontró con el balón en boca de gol.
Cömert y, de nuevo, el citado jugador venezolano tuvieron las suyas para superar a Leo Román en el mejor momento del choque para el Pucela que desperdiciaba todo lo que tenía en mano hasta, incluso, el ascenso que, en ocasiones, parece que conseguirlo... no ha servido de nada. El Mallorca, a la espera de lo que pasaba, ya que no estaba del todo metido en el partido, se fue al descanso con la sensación de que si llega a apretar un poco más de lo previsto, podría haberse adelantado sin hacer un buen partido, como reconoció el propio Jagoba Arrasate en rueda de prensa.
La última acción del primer acto preocupó a los más de 20.000 aficionados presentes, ya que Hein se chocó con el larguero cuando atajó un remate de Robert Navarro, uno de los jugadores, precisamente, que revolucionó la segunda mitad con el Pucela de testigo.
VERGONZOSA IMAGEN DE UN EQUIPO SIN ALMA
La reanudación le sentó de maravilla al Mallorca. Los de Arrasate salieron igual de enchufados como en el inicio del partido, pero esta vez con una regularidad clave para noquear a un Pucela en decadencia. La lesión de Luis Pérez obligó a Pezzolano a agitar la coctelera metiendo a jugadores que, en estos momentos, suman los primeros minutos de la temporada, como Raúl Chasco, primero, y como Mario Maroto, después.
La entrada de estos jugadores tan jóvenes deja en evidencia la planificación de un Club, que si no reacciona, volverá a las andadas. Es decir, a ese Club ascensor que empieza, al fin y al cabo, a cansar a la afición. El tanto de Larin (0-1) coincidió con los mejores momentos del Mallorca, que se convertía en el primer equipo en marcar en Zorrilla en la actual temporada. Con el resultado adverso y los cambios poco entendibles de Pezzolano, que quería revertir una situación irreversible, los visitantes hurgaron, más aún, en la herida local.
Un error imperdonable e impropio de Primera, como el que hizo Lucas Rosa en la salida de balón, decantó la balanza a favor del Mallorca, que se iba a llevar una victoria más que merecida sin necesidad de brillar. Valery le 'robó' la cartera a Rosa y no falló ante Hein, que poco pudo hacer (0-2). Los aficionados visitantes celebraban el segundo tanto mallorquín mientras los locales entonaban el 'Ronaldo, vete ya'.
Ya con el partido sentenciado y el Mallorca andando, Iván Sánchez retocó, con un gran gol (1-2), un partido que debería ponerse como ejemplo tanto la directiva de este Club como la dirección deportiva, ambos responsables, junto al entrenador, de que este Pucela siga en descenso, un lugar que parece que siempre rodea a un Real Valladolid medio noqueado... con tan solo ocho jornadas disputadas.