La 69 Seminci abría este viernes el telón en Valladolid con una gala con poco brillo en la que el máximo protagonismo estuvo en el discurso lleno de loas a la capital del Pisuerga pronunciado por la Espiga de Honor de esta edición, Fernando Méndez-Leite, quien repasó su larga e importante vinculación con la ciudad pucelana desde que llegó por primera vez al festival de cine en 1968.
La gala que abría la Semana Internacional de Cine de Valladolid 2024 estuvo conducida por la escritora y periodista Mara Torres quien solventó su papel con corrección, ya que se trataba de eso, de conducir el acto, sin monólogos, speeches o bromas que puedan hacer derrapar, como sucede en las tierras de 'La la land'. La inauguración presumió de imagen renovada con nuevo logotipo, o más bien rediseño de logotipo, y nueva sintonía compuesta por Javier Vielba (Arizona Baby).
Torres abrió el evento definiendo la Seminci como "el festival de los que amamos profundamente el cine", haciendo gala de ese cine de autor que se esconde en todos los rincones del mundo, ya sea China o India. "Los algoritmos no van a conmover lo que nos hace sentir el cine de autor", sentenciaba la presentadora, antes de llamar al escenario a uno de los grandes autores de España en los últimos años. Rodrigo Sorogoyen, director de El Reino (2018), ganadora de siete premios Goya, y As Bestas (2023), ganadora de nueve, entre otras importantes producciones, llega a Valladolid con la serie 'Los años nuevos', con la que ha triunfado en el Festival de Venecia.
El madrileño proyecta en España este trabajo por primera vez en las salas de cine de la Seminci, algo por lo que se mostró muy agradecido. "¡Qué guay estar en la jornada de inauguración de este festival tan importante", inició su discurso el cineasta, quien tuvo unas cariñosas palabras de agradecimiento para José Luis Cienfuegos, director del festival, por traerlos a esta cita y, en concreto, en la jornada inaugural. "Nos hace ilusión tener un pequeño espacio en esta gala y compartirla con Carlos Marques-Marcet este día en el que también estrena su película", comentó. También los protagonistas de la serie, Iria del Río y Francesc Carril tomaron el micrófono para mostrar su gratitud por "tener la posibilidad de compartir en una sala de cine este proyecto", una experiencia que reconocen que "es un regalo".
Si Sorogoyen abrió el acto, fue Carlos Marqués-Marcet el encargado de cerrarlo. El director catalán llega a la 69 Seminci con su película 'Polvo serán', cinta encargada de inaugurar el festival. El barcelonés, en un discurso algo caótico y nervioso, pero con simpatía, agradeció el estar invitado en "este festival" en la que compite en la Sección Oficial con 22 películas "tan impresionantes". En especial teniendo en cuenta lo difícil que le ha resultado llevar a cabo este largo. "En esta película ha ido todo en contra", reconoció. También su protagonista, Ángela Molina, tomó un breve momento el micrófono para animar a todo el mundo a "disfrutar" tanto de la cinta como del festival. Una presentación sencilla, que engalanó la maravillosa actuación musical inédita que protagonizó María Arnal, creadora de la banda sonora de este filme, acompañada de dos bailarinas, una de ellas, premio Nacional De la danza.
El momento más entrañable de la gala fue la presentación de las Espigas de Honor 2024. Una de ellas se otorgará a Mohammad Rasoulof, el cineasta iraní que hace seis años ganó, de hecho, la Espiga de Oro en 2018, si bien no pudo recogerla al encontrarse en arresto domiciliario por el régimen de su país. Igualmente, se otorgará una Espiga de Honor a título póstumo a la directora de cine y televisión española Patricia Ferreira.
Así, llegó el homenaje principal del acto de apertura de la 69 Seminci con la entrega de la Espiga de Honor a Fernando Méndez-Leite, quien, en la actualidad, preside la Academia del Cine Español. Entregada por su hija y actriz Clara Méndez-Leite y el productor de cine Gerardo Herrero, y con la ovación del público, recogió Méndez-Leite su espiga dando primero las gracias a las autoridades locales. "Mira que he pasado años sentado en las butacas de la Seminci. Este invierno con la celebración en Valladolid de la Gala de los Goya, culminaba una vida mía vinculada a esta ciudad. Y ahora este reconocimiento...", comentó el homenajeado. Emocionado y con un discurso escrito a mano en una hoja de papel, Méndez-Leite bromeó asegurando que "no hay nada como cumplir 80 años" para que lleguen los reconocimientos. "Me ha dicho mi mujer que no me ponga 'viejuno' con esto de las emociones", aseguró.
El presidente de la Academia realizó un bonito recorrido por su trayectoria y vinculación con la ciudad castellana. "En el año 68 vine por primera vez a la Seminci, entonces se llamaba Festival de Cine Religioso y de Valores Humanos". "Vine hace 56 años y no me he perdido casi ninguno", afirmó. Tras un recordatorio de los títulos visionados y lugares visitados en los primero años pisando Valladolid, Méndez-Leite rememoró el momento en el que padre Staehlin, profesor de la Cátedra de Cine de la Universidad de Valladolid, le llamó para dar clase. "Estuve 13 años dando clases todos los meses de agosto. Tuve que estudiar muchísimo y aprender muchísimo", afirmó. "Los alumnos eran en general curas y monjas, con lo cual la docencia no era demasiado fácil", comentó. Sin embargo, "para el año 73 el panorama ya había cambiado".
Igualmente, recordó cuando a sus clases acudía "un Guardia Civil" que asistía "con tricornio y pistola". Una noche una proyección "le superó", y dijo que había que detener al protagonista de la película. También pasaron por sus clases otros como Gustavo Martín Garzo, quien, dijo, "casi monta una revuelta". Entre los nombres, Joaquín Cánovas, Rafael Alcázar y Paco Román... Y entre los lugares, el Paseo Zorrilla, el Colegio de Santa Cruz, el bar Patton? "Esta espiga me la dais por Pucelano, porque me he pasado aquí la vida", sentenció.
Tras el habitual recordatorio del país invitado, en esta ocasión Alemania; las secciones, los ciclos y, en general, toda la estructura del festival, otro de los protagonistas en subir al escenario fue el estadounidense Nathan Silver, de quien se llevará a cabo un ciclo retrospectivo, en el que se pondrá en valor el cine de este cineasta independiente que muestra el país norteamericano con una imagen alejada de la que se ve habitualmente en las grandes producciones 'holliwoodienses'. "Siento que vengo pobremente vestido para la ocasión", bromeó el director en el inicio de su discurso. "Estoy muy contento y agradecido que mis películas se muestren en la ciudad en la que vivió Cervantes, quien ha sido una gran inspiración para mí", aseveró.
También tuvo su momento el jurado de la Sección Oficial, donde Luis López Carrasco habló en nombre del resto de miembros ensalzando el festival, como una cita en la que se pone en valor el cine como "hecho cultural" y donde se rescata la memoria de diferentes pueblos, momento en el que hizo referencia al pueblo de Gaza y al "genocidio que sufre".
Con una hora exacta de duración, dio por concluida la gala para dar paso a la película 'Polvo serán' y a nueve días donde se espera que el cine brille más que los actos protocolarios.
