Pedro Martín Calero: "Es una película para los amantes del terror y para la gente que no sabe que le gusta el terror"

El cineasta vallisoletano, proyecta 'El llanto' en Valladolid, su primer largometraje con el que obtuvo el premio al Mejor Director en el Festival de Cine de San Sebastián

Rebeca Pasalodos Pérez
Martes, 22, Octubre, 2024
Seminci

Es más que difícil, para cualquier cineasta, dar el salto hacia el largometraje. Debe ser un paso muy pensado y medido y se ha de dar con la prudencia del novato que empieza a competir con los mayores. Pedro Martín Calero (Valladolid, 1983) decidió que su salto sería un triple mortal hacia adelante y su aterrizaje no ha podido ser más perfecto. El director proyecta en la 69 Seminci su primer largo, 'El llanto', una historia de terror entre lo cotidiano y lo sobrenatural, en el que se ha lanzado en una producción rodada en dos continentes, en tres planos temporales distintos y con tres actrices, Ester Expósito, Mathilde Ollivier y Malena Villa, que han sido vitales en el desarrollo del proyecto. El resultado y le ha llevado a ganar el premio al Mejor Mejor Director en el Festival de Cine de San Sebastián. Un salto de 10.

PREGUNTA: ¿Qué le inspiró a dirigir una película de terror como 'El llanto'? ¿Cómo surgió la idea original?

RESPUESTA: Bueno, la concepción de la película parte de una imagen, no quiero hacer mucho spoiler porque inspira el principio de la película, pero era una imagen muy concreta que me venía a la mente, que no entendía bien de dónde surgía y cuando empecé a colaborar con Isabel Peña, con quien está escrito el guión, le conté esa imagen, la sedujo y empezamos a hablar. Había algo inconsciente que es un poco el tema de la película y a partir de ahí empezamos a crear un poco desde una semilla. Es una imagen que vino a la cabeza era una imagen un poco abstracta de una mujer en una discoteca envuelta por una luz... pero es que no quiero contar más.

P: ¿Cuál fue el mayor reto al que se enfrentó durante el rodaje de su primer largometraje?

R: Bueno he hecho mucha publicidad, cortos... pero hasta que no diriges tu primer largometraje, no entiendes la escala de dirigir una película y lo difícil que es sujetar los problemas. Uno de los principales retos fue cómo dirigir una primera película entre dos continentes. Una parte se rodó en Madrid y otra parte en La Plata y Buenos Aires, en Argentina, y coordinar los dos equipos, reiniciar el rodaje... todo eso fue un reto muy fuerte.

P: ¿Cómo fue el proceso de colaboración con Isabel Peña en la escritura del guion?

R: Bueno, como todo partió desde esta imagen tan pequeña, tan concreta, la primera parte del proceso fue hablar mucho. Compartir miedos, compartir cosas que nos duelen de la sociedad. Y cuando entendimos de qué queríamos hablar y cómo, ya empezamos a escribir. Y justo en ese momento fue el encierro del COVID. Entonces a mí me salvó la vida, porque tenía algo que hacer. Y además lo bueno es que no tenía distracciones. Entonces el proceso ahí fue rápido.

P: 'El llanto' tiene una importante carga estilística y atmosférica. ¿Podría contarnos más sobre su enfoque visual y estético para la película?

R: El llanto es una película muy psicológica. Entonces quería a través de la cámara, sobre todo, aportar una tensión extra a todo lo que ocurre. Porque a veces pasan cosas, pero son pequeñas. Hay muchos momentos que es un personaje solo observando a otro, un personaje solo mirando el móvil. Entonces a través de la cámara necesitaba aportar un extra de tensión para que la película fuese cociéndose a fuego lento.


Pedro Martín Calero, durante el rodaje del 'El llanto'. TRIBUNA

P: La película se desarrolla en distintos lugares y planos temporales. ¿Cómo manejó la cohesión narrativa y visual entre estas distintas ambientaciones?

R: Fue muy laborioso en guion dar esa continuidad. Porque son varias historias, pero en verdad es una. Y cómo das la información cuando saltas al pasado pero tienes una información del presente. Eso sí que costó mucho medir para no perder el interés del espectador. Entonces fue una labor bastante fuerte. Luego, con el estilo visual también quería dar una unidad. Que no pareciesen películas diferentes. Se rodó en Madrid en invierno y en Argentina en verano y eso te marca un poco el estilo. Pero la idea era eso. Una continuidad estética para cohesionar la película.

P: ¿Cómo fue trabajar con Ester Expósito, Mathilde Ollivier y Malena Villa? ¿Qué aportaron las actrices a sus respectivos personajes?

R: Aportaron mucho. Son actrices las tres de raza. Muy de instinto. Y a mí me gusta que mis actores y actrices aporten al personaje, a su texto. Y las tres fueron muy generosas en ese sentido. Estuvimos ensayando y fue crear el personaje un poco entre los dos, con cada una.

P: La presencia del mal es un elemento central en la película. ¿Qué mensaje quiere transmitir con esa constante presencia del mal o del miedo en la historia?

R: Está bien eso. Cuándo es miedo y cuándo es mal. Es difícil de saber. Este tipo de violencia genera un dolor que no solo recae en la víctima sino que se drena, que se extiende a su alrededor y trasciende al tiempo, al espacio y que es algo bastante universal en nuestra sociedad. Queríamos, de alguna forma, metafóricamente plasmar estos conceptos.

P: Ha mencionado la palabra violencia. ¿La película comienza con violencia y se cierra con un abrazo entre los personajes? ¿Qué buscaba transmitir con esos contrastes?

R: Me gusta que hagas esa apreciación. Sí, sí. Desde el punto de vista del género de la metáfora, estamos haciendo una crítica pero no queríamos caer en el pesimismo al final. Porque si de alguna forma el final hubiese sido hiperpesimista estás reforzando lo que estás criticando. Al dar un poco de esperanza, sin ser naif porque el problema es muy grave y queda mucho por hacer, pero al dar un poco de esperanza al final para dar amor a esos personajes que creo que se lo merecen y decir que un futuro mejor es posible si todos nos escuchamos.


Pedro Martín Calero, en la Seminci. Foto: Sergio Borja

P: ¿Cómo se siente al haber ganado el premio al mejor director en el Festival de San Sebastián con su primer largometraje?

R: Con mi primer largometraje y de terror, que a los festivales les cuesta premiar este tipo de películas. Pues feliz, todavía sorprendido porque no me lo esperaba, ni yo ni nadie del equipo. Muy feliz y asimilando un poco, porque, además, como estamos en la rueda de promoción de ir a un festival de uno a otro, es como que no me ha dado tiempo a tener un día tranquilo y pensar.

P: ¿Qué expectativas tiene para la proyección del 'El llanto' en la Seminci, especialmente siendo vallisoletano?

R: Bueno, expectativas, es tan emotivo, quiero decir que ojalá, la expectativa es que le guste a mi gente y a la gente de Valladolid, obviamente, pero es que ya estoy tan contento de ya solo estar aquí, de enseñar la película en el Zorrilla, de poder compartirla con los vallisoletanos, con mis seres queridos, que la expectativa está un poco cumplida en ese sentido, estoy muy contento de la verdad.

P: ¿Qué puedes esperar los espectadores de esta película?

R: Es una película que está entre el género y lo autoral, una película de personajes, una película que está en la frontera de varios sitios, que espero que les sorprenda y también me gusta describirla como una película para los amantes del terror y para la gente que no sabe que le gusta el terror.

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