Siete universitarios, como son Rodrigo, Raquel, Alfredo, Adrián, Roman, Paula y Guillermo, viajarán como voluntarios a Aldaia, uno de los municipios más afectados por la DANA, para ayudar con la limpieza del pueblo valenciano tras la tragedia causada por la DANA. Los siete viajan este martes en dos coches cargados de productos de limpieza, recogida y alimentación, y se alojarán en un piso en buen estado del que disponen en el propio pueblo. Afectados por el dolor y la tristeza de miles de personas vistos a través de redes sociales y medios de comunicación, estarán, a priori, hasta el viernes apoyando a la causa.
TRIBUNA ha podido hablar con uno de ellos. Se trata de Rodrigo Hernández, vallisoletano, estudiante de la UEMC y artífice del viaje. El joven cuenta que, junto con Alfredo, compañero suyo en la universidad, subió a Instagram una "storie" para buscar más personas que les acompañaran. En ese momento, Raquel le contactó y se unió al plan, como hicieron las otras cuatro personas restantes. Nadie tiene claro que se puede encontrar al llegar con una situación así, pero ellos llegarán dispuestos a colaborar en lo que haga falta: "En primer lugar preguntaremos quién necesita ayuda y qué es lo que necesitan. Llevamos mascarillas, botas, palas, cubos, haraganes y escobas para poder contribuir lo máximo posible. Tenemos el contacto de una vecina que nos ha pedido ayuda y a ello vamos".
La motivación fue clave para que Rodrigo y sus compañeros tomaran la decisión: "Cuando vimos las imágenes parecía la guerra, casas destruidas, muertos, gente desparecida... Creo que en una situación así todo el mundo querría ayuda. Ha pasado en Valencia, pero otro día puede pasar en Valladolid. Si algún día pasa algo parecido en Valladolid, me gustaría que vinieran a ayudarnos. Vamos por humanidad, corazón y respeto a las personas que están pasándolo mal. Aquí en mi casa no voy a hacer nada. Allí, aunque sea poco, voy a poder ayudar a familias".
Sobre la incertidumbre de lo que se puedan encontrar en Aldaia, Rodrigo es claro: "Creo que no veremos cadáveres, vamos a una zona conocida y en la que ya ha habido ayuda. Mentalmente va a ser difícil, pero confío en que estamos preparados y podremos con ello". Han sido unas horas complicadas con la visita del Rey y de Pedro Sánchez al epicentro del desastre, el ambiente está muy caldeado y los nervios a flor de piel. El vallisoletano también ha querido dar su versión de los hechos: "Es normal que la gente esté enfadada y pague su frustración ahora. Han recibido muy poca ayuda".