El Consejo Regional de Enfermería resalta el papel de las enfermeras en la detección de casos de violencia de género

La entidad colegial subraya que las profesionales de Castilla y León son también las más expuesta a sufrir episodios violentos en su entorno laboral y reclama medidas urgentes para garantizar su seguridad

L.S.J
Lunes, 25, Noviembre, 2024
Actualidad

El Consejo Regional de Enfermería de Castilla y León desea poner en valor el papel esencial de las enfermeras en la detección temprana y el acompañamiento a las víctimas de violencia de género en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Al mismo tiempo, la entidad denuncia que este colectivo, el más numeroso en el ámbito sanitario, también es uno de los más afectados por la violencia en su lugar de trabajo.

En 2023, se registraron 290 agresiones a enfermeras en Castilla y León, de las cuales 271 tuvieron como víctimas a mujeres, según datos del Observatorio de Agresiones al Personal Sanitario. Estas cifras sitúan a Castilla y León como la segunda comunidad autónoma con mayor número de agresiones denunciadas, solo por detrás de Andalucía.

Una situación persistente y agravada por la sobrecarga asistencial

La entidad colegial destaca que, aunque las agresiones registradas en 2023 reflejan una leve disminución del 8,5% respecto a 2022, los expertos insisten en que esta reducción no muestra la realidad completa debido al temor de muchas enfermeras a presentar denuncias, especialmente en las áreas rurales.

Desde la pandemia, las agresiones han crecido significativamente, impulsadas por factores como la saturación de los centros de atención primaria y hospitales, las largas listas de espera y la frustración generada por las carencias del sistema sanitario. Zonas como el Bierzo y Salamanca han experimentado un aumento alarmante de las agresiones. En el Bierzo, el incremento fue del 80% en 2023, mientras que en Palencia se reportaron 46 incidentes en hospitales y centros de salud.

"Las enfermeras están sometidas a una presión extraordinaria que no solo afecta a su desempeño laboral, sino también a su seguridad y bienestar. Es inaceptable que quienes cuidan de nuestra sociedad tengan que trabajar bajo amenazas constantes", señala Enrique Ruiz Forner, presidente del Consejo Regional de Enfermería de Castilla y León.

Formación y protección: claves para avanzar en la lucha contra la violencia de género

El Consejo Regional subraya que las enfermeras desempeñan un papel esencial en la detección de casos de violencia de género, especialmente en áreas rurales donde el acceso a otros servicios es limitado. Su cercanía con los pacientes y su formación especializada las convierten en piezas fundamentales para identificar y apoyar a las víctimas.

Sin embargo, Ruiz Forner advierte que este trabajo se ve comprometido por la violencia que sufren las propias enfermeras en su entorno laboral. "No podemos esperar que las enfermeras sean eficaces en la detección de casos de violencia de género si no garantizamos primero su seguridad en el trabajo. Es imprescindible que se adopten medidas inmediatas para proteger a estos profesionales y mejorar sus condiciones laborales", afirma.

Demandas del Consejo Regional de Enfermería

El Consejo Regional de Enfermería de Castilla y León hace un llamamiento a las instituciones y la sociedad para implementar medidas urgentes que aborden esta problemática que comenzaría por un incremento de las plantillas de enfermería para reducir la sobrecarga asistencial y garantizar una atención de calidad, especialmente en zonas rurales. Al tiempo, propone reforzar la seguridad en los centros sanitarios mediante la instalación de sistemas de vigilancia y la promoción de campañas de concienciación para prevenir agresiones. Ruiz Forner precisa también que entre las medidas propuestas se incluye la mejora de la formación en violencia de género, para que se garantice que las enfermeras cuenten con herramientas actualizadas para identificar y gestionar casos de riesgo junto con el fomento del apoyo emocional y psicológico a través de la implementación de programas de ayuda para las enfermeras que hayan sido víctimas de violencia en su entorno laboral.

"Este 25 de noviembre, pedimos a las administraciones que escuchen nuestras demandas y actúen con determinación. Las enfermeras son esenciales no solo para garantizar la salud de los ciudadanos, sino también para luchar contra la violencia de género. Y a la vez, necesitamos y recordamos la importancia de que se proteja a quienes protegen", argumenta Enrique Ruiz Forner.

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