Ya sabemos que Verstappen cuando tiene una víctima a tiro no la deja escapar, y se llevó el Mundial a la primera de cambio. El neerlandés conquista su cuarto mundial consecutivo en una temporada donde volvió a demostrar porque es el mejor. Se convierte en el tercer piloto en la historia en ser campeón en un equipo peor que segundo (tercero) en el mundial de constructores.
Hablemos de la carrera que tuvo otros protagonistas aparte del neerlandés, por diversas razones además. Russell salía en la pole tras dar Mercedes en el clavo con la configuración para el circuito americano. Le acompañaban en el top 3, Sainz y un sorprendente Gasly que está haciendo magia con el Alpine.
Las miradas estaban centradas en la tercera fila con Max y Norris, quinto y sexto. A Max le valía con quedar por delante del británico para ser campeón y el Mclaren sufría en el circuito americano. Por detrás y relegado al ostracismo con su terrible monoplaza, Alonso salía decimoséptimo.
Empezaba la carrera y con ello el show. Russell mantenía la primera plaza mientras que Sainz y Leclerc le abrían la puerta infantilmente a Leclerc que pasaba de cuarto a segundo. Gasly cedía posición con Verstappen mientras Russell defendía la primera posición del asedio de Leclerc.
Hamilton activaba el hammer time y seguía su remontada batallando con Piastri por la octava posición. Sainz pasaba a un Leclerc que sufría con los neumáticos y se hundía de pelear la primera posición a la tercera en dos vueltas. Las condiciones del asfalto no eran ni mucho menos óptimas y casi todos sufrían con las gomas.
Los Ferrari sufrían de lo lindo con los neumáticos y eran superados por Max. Gasly veía como sus opciones de puntuar se evaporaban al dimitir su unidad de potencia, una pena dada su gran clasificación. Los Ferrari revivían con el compuesto duro y la carrera se ponía interesante de nuevo.
Empezaba el drama en Ferrari con órdenes de equipo para que Carlos dejara pasar a Leclerc aun llevando a Hamilton pegado a su culo. Tras dejar pasar al monegasco, llamaban al madrileño a boxes para luego mantenerle fuera en lo que pareció juego sucio para favorecer a su compañero.
Tras la cagada de Ferrari, Hamilton pasaba a un inofensivo Verstappen centrado en el campeonato para ponerse segundo. Sainz se merendaba a un Leclerc con los neumáticos fríos y era cuarto. Pérez hacía el adelantamiento del fin de semana pasando a Lawson y Magnussen en la misma curva para ser decimosegundo.
Los Ferrari pasaban a Verstappen y eran tercero y cuarto, asegurando un buen botín de cara a constructores. Hulkenberg y Tsunoda peleaban la octava posición sabedores también de su pelea directa en constructores. Alonso que había rodado décimo muchas vueltas, era superado por un Checo con mejor monoplaza.
Ganó Russell seguido de Hamilton, en un fantástico resultado para Mercedes, pero Verstappen quinto por delante de Norris, fue el verdadero protagonista. Cuatro veces campeón del mundo, contra todo y todos, ¡enhorabuena Max, te lo mereces! Ferrari se queda a 24 puntos de Mclaren en la pelea por el Mundial de constructores.
Inexplicable drama interno en la escudería italiana por la pataleta final por radio de Leclerc. El monegasco se quejó de que Sainz le pasara de manera poco profesional y causando una escena desagradable. Dos carreras, dos equipos, 24 puntos, un campeonato de constructores en juego, nos vemos en Catar.