El Fin de Año Universitario no defraudó en su 25 aniversario y la juventud, local y desplazada desde todos los puntos del país, vibró con un acto organizado, un año más, por la Asociación de Empresarios de Hostelería y que ni el frío, que se dejó notar, pudo contener.
La Policía Local ha cifrado en 16.000 los asistentes a las campanadas sin apenas incidencias en la Plaza Mayor más allá de algunas asistencias leves por parte de Cruz Roja.
Una cita que viene celebrándose desde 1997 cuando comenzó, de forma espontánea, gracias a un puñado de estudiantes que tuvieron la idea y las ganas de anticipar la llegada del nuevo año en compañía de sus compañeros, antes de partir, pro Navidad, de regreso a sus lugares de origen. Actualmente, sus organizadores valoran el impacto económico, especialmente en los establecimientos de ocio nocturno, y destacan la proyección internacional de la ciudad por la atención mediática.
Durante la noche, la asociación Ávora distribuyó 13.000 ceniceros portátiles reutilizables como parte de su campaña de concienciación medioambiental para una adecuada gestión de residuos. Por otro lado, la organización dispuso un punto violeta y se encargó de difundir mensajes durante el espectáculo contra la contra la violencia de género.
