El Fundación Aliados sucumbió ante la ametralladora en la que se convirtió el Econy Gran Canaria, con unos más que acertados Ramonet y Dandeneau, que anotaron 64 puntos entre los dos, y que se convirtieron en una auténtica pesadilla para un equipo, el vallisoletano, que compitió a un gran nivel durante la primera mitad, pero que no pudo contrarrestar la calidad de los lanzadores locales tras la reanudación.
De hecho, el cuadro morado, muy bien dirigido por Joaquín Robles, comenzó mandando en el marcador, gracias a un excelso Adrián Pérez, que siempre es un seguro en la pista, y a una entregada Bea Zudaire, que aportó tanto en el plano defensivo como en el capítulo anotador. Además, se añadió una buena defensa coral, que pudo frenar el frenético ritmo impuesto por los locales, para llegar con cuatro puntos de ventaja al término del primer cuarto (25-29).
Los vallisoletanos pudieron mantener esa intensidad en el juego en el segundo, merced a la defensa y al buen hacer de Bea Zudaire y Robles, pero empezaba a resultar insuficiente para frenar a la canadiense Dandeneau, que estuvo bien acompañada por el turco Atabey, en esta fase del partido, por lo que el marcador dio la vuelta, al descanso, a favor de los insulares (49-44).
En el tercer cuarto, los de José Antonio de Castro siguieron manteniendo el tipo, pero a Dandeneau se le añadió el también turco Gültekin, y no perdonaron ningún error defensivo visitante, mientras que al Fundación Aliados se le iban acumulando los fallos en los tiros, y eso se transformó en una pesada losa que ya no supo levantar. De hecho, en el último período, a pesar de los tiempos muertos del técnico vallisoletano, nada se pudo hacer para impedir que Gran Canaria se distanciase en el marcador, hasta llegar al definitivo 101-76, que no refleja lo que se vio en la pista, puesto que el conjunto morado fue competitivo durante las tres cuartas partes del encuentro.